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  • El Chocó biogeográfico tiene presencia desde Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, el litoral de Ecuador y parte del norte de Perú. Es un cinturón biológico reconocido como un hotspot o punto caliente de biodiversidad, por el número de especies de plantas, aves, reptiles, mamíferos y anfibios concentrados y diversos.
  • El Chocó biogeográfico cuenta con 11.000 especies de plantas, 892 especies de aves, 325 especies de reptiles de las cuales 30.1 % son endémicas, 277 especies de mamíferos y 209 especies de anfibios.
  • La minería ilegal, la expansión no planificada de las ciudades y la crisis migratoria son los principales desafíos que impactan directamente la conservación de este territorio.

 

Santiago de Cali, 18 de septiembre de 2025

Directivos docentes, docentes, líderes de los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE) y enlaces de las Instituciones Educativas Oficiales (IEO) para la Semana de la Biodiversidad participaron de una socialización sobre el Chocó biogeográfico, uno de los temas protagonistas de la Ciudadela Educativa que estará abierta al público y especialmente a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre el 1 y el 3 de octubre del presente año en el Polideportivo Los Almendros.

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Juan José Mejía Osorio, quien trabajó como parte del equipo investigador en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y actualmente labora en la Alcaldía Distrital de Cali, lideró el encuentro de aprendizaje en el que se explicó la importancia del Chocó biogeográfico, como un corredor biológico, con “una extensión de 338.000 kilómetros cuadrados donde habitan más de 11.000 especies de plantas, 892 especies de aves, más de 300 especies de reptiles y más de 270 especies de mamíferos y 200 de anfibios. Esta región se caracteriza por un índice de endemismo altísimo, es decir, muchas de las especies que habitan en el Chocó biogeográfico solo se encuentran ahí, y, por ende, tiene un rol sumamente vital proteger este ecosistema porque en caso de que sea dañado irreparablemente o reducido a proporciones pequeñas, las especies desaparecerían sin ningún tipo de esperanza de la vida silvestre”.

Las economías ilegales y la expansión no planificada de las ciudades son dos de las mayores dificultades que se presentan en esta región, muestra de ello se evidencia en la pérdida de más de 23.000 kilómetros cuadrados de cobertura forestal en los últimos 20 años, lo que equivale a 70 veces el tamaño de Cali. “El 40 % de todos los cultivos ilícitos incautados y de las hectáreas identificadas con dichos cultivos están concentrados en los departamentos que hacen parte de este cinturón ecológico como los son Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó y parte de Antioquia. Además de eso, los municipios de esos departamentos que están en el Chocó biogeográfico son los que presentan los peores indicadores humanitarios de salud pública y de seguridad en sus respectivos países, peores tasas de homicidio, peores tasas de desnutrición, tienen más prevalencia a la pobreza y a la pobreza extrema, lo que empieza a manifestar que los retos no son solo un problema ambiental sino también humanitario”, explicó Mejía Osorio.

Asimismo, durante la reunión se hizo énfasis en las prácticas altamente dañinas para el entorno en el marco de la minería ilegal, un ejemplo de ello es el mercurio que se vierte sobre los ríos para la extracción del oro, lo que ha generado repercusiones de grandes proporciones como en el caso del río Atrato. Este riesgo es de gran importancia dado que la minería ilegal se lleva a cabo también en parques naturales y zonas protegidas de Cali como son las minas de oro de los Farallones de Cali, razón por la cual la Alcaldía de Cali, durante el año 2024, dinamitó y cerró varias de esas bocas de minas, acción que se vinculó a un significativo programa liderado por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), que se propone que los exmineros sean formados para ejercer como guardabosques y guías turísticos del distrito.

La crisis migratoria del Darién es otro hecho del contexto colombiano que generan un impacto social y ambiental. “En 2021, 133.653 migrantes cruzaron el Darién mientras que, en el 2023, la cifra alcanzó un récord de 520.085 personas. Según los datos de la Defensoría del Pueblo de Colombia, se ha dado un aumento del 110 % en relación con el año anterior, crisis que conduce a la tala ilegal para abrir caminos y asentamientos, la contaminación de fuentes de agua, la destrucción del hábitat de especies y la propagación de enfermedades”, explicó el economista Juan José Mejía.

Acciones transnacionales como el aumento de la capacidad de la Fuerza Pública contra los delitos ambientales, además de la creación de nuevos modelos de financiación para la conservación entre los países adicional a favorecer los esfuerzos orientados en fortalecimiento institucional local y regional complementario a un plan de trabajo de fortalecimiento comunitario son las principales recomendaciones del equipo investigador para la conservación del Chocó biogeográfico; propuestas e ideas que serán tema de conversación en la agenda académica de la Semana de la Biodiversidad que se realizará en Cali entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre de 2025.

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Silvia C. Ortiz Burgos
Comunicaciones Secretaría de Educación de Cali

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