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 Las melodías de música colombiana y las notas de paz interpretadas por el Foro Incluyente Departamental de Bellas Artes, traspasaron las paredes de la iglesia del corregimiento La Habana, para recorrer el camino hacia Alaska, una pequeña vereda que en 2001 fue escenario de una de las más cruentas masacres en territorio vallecaucano.

De esta manera, el Gobierno del Valle rindió un homenaje a las 24 víctimas que dejó este episodio del conflicto armando, donde después de 20 años el dolor se ha transformado en un anhelo de paz y esperanza.

“Es un gran paso para la paz que tanto necesita el Valle del Cauca y Colombia”, dijo Gerardo Villegas, quien vivió con emoción el homenaje a través del cual se llevó un mensaje de reconciliación y no repetición.

Fabiola Rangel, agradeció la ceremonia y precisó que “fue un evento muy cultural y muy bien organizado para esta conmemoración”.

El secretario de Paz Territorial y Reconciliación del Valle, Orlando Riascos, dijo que se trata de un acto para declarar y dignificar la vida, declarar la reconciliación y la paz en nuestro departamento. “El mensaje es que haya seguridad, que haya vida, que haya protección, pero sobre todo, que no se repitan estos hechos”, agregó.

Durante la conmemoración se realizó una jornada especial de títeres y cuenteros con los niños del corregimiento.

“Hoy este mismo terreno que alguna vez se manchó de sangre germina con un nuevo espíritu de paz y de reconciliación que a través del arte, la música y la cultura podemos avivar los corazón hacia un mundo mejor”, dijo Julián Rojas, alcalde de Guadalajara de Buga.

Cabe destacar que desde la Administración departamental se adelantan acciones como el Fondo Valle INN Víctimas y Reincorporados para apoyar la reactivación económica de esta población, así como distintas iniciativas de memoria histórica para garantizar que haya garantías de no repetición y bienestar.

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