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Valentina Holguín sentía como si tuviera un pedazo de tostado atorado en la garganta. La carraspera, el fastidio y la tos persistente, sumados al dolor en el pecho y en la espalda, la lloroseadera y la gripe, le hacían presagiar que tenía Covid.

“Llevo como tres días con estos síntomas y por eso me vine para la Plazoleta Jairo Varela, desde el barrio El Guabal, para salir de dudas. En diciembre me hice una prueba Covid y salí negativa, pero ahora hay tanto contagio que me da temor, pues a pesar de que tengo el cuadro de vacunación al día, no me confío”, aseguró.

Como ella, 125 caleños se han acercado diariamente al sótano de la plazoleta donde la Secretaría de Salud, a través de la ESE Norte, y la Secretaría de Gestión de Riesgos y Desastres de la Alcaldía de Cali han habilitado puntos para pruebas Covid y vacunación.

La enfermera jefe de la ESE Norte, Diana Silva, manifestó que el punto para pruebas Covid, que ella lidera, fue habilitado de manera integral porque las cifras revelan que el contagio se incrementó en un 60% durante la última semana. Las pruebas se realizan con hisopado nasofaríngeo, de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. todos los días y la entrega de resultados demora de 15 a 20 minutos.

“A las personas que salen positivas se les entrega un tapabocas especial y son remitidas a su respectiva EPS para que a través de teleconsulta se le tramite su incapacidad o el certificado de aislamiento”, concluyó la enfermera jefe.

A unos pocos metros de la toma de muestras funcionan los puntos de vacunación. Allí Shirley Orjuela coordina la aplicación de biológicos como Astrazéneca, de la que se dispone de 350 vacunas para terceras dosis; 60 de Pfizer para mujeres embarazadas y lactantes; 150 de Sinovac para niños de 3 a 11 años en sus primeras y segundas dosis y 80 de Jansen para mayores de 18 años, hasta agotar existencias.

El pequeño Dereck Cristo Montaño, de cinco añitos, llegó con su mamá -Diana Montaño- para acceder a la primera dosis. Lo tomó con tranquilidad, no lloró y esperó hasta que sus padres también hicieran lo mismo. “Lo hacemos en familia. Vinimos desde el barrio La Base mi esposo, mi hijo y yo, porque es un acto de responsabilidad para mitigar los riesgos de contagio, máxime ahora que el niño entra al colegio de la base aérea Marco Fidel Suárez de manera presencial”, dijo.

Para que funcionen como deben ser estos centros polivalentes para prueba y vacunación, se requirió del esfuerzo conjunto de algunas dependencias de la administración del médico Jorge Iván Ospina, en las que se establecieron alianzas entre la Oficina de Gestión del Riesgo en la parte operativa y la Secretaría de Salud en la parte médica.

“Un equipo de nueve personas de la Oficina de Gestión de Riesgos está apoyando al grupo de la Secretaría de Salud y la ESE Norte en la logística, ingreso y evacuación de las personas que llegan a tomarse la prueba a o a vacunarse, para que haya orden y se eviten aglomeraciones. Una vez revisada la documentación, se pasa a los procedimientos y de manera rápida y ordenada se hace la evacuación de quienes ya fueron atendidos”, dijo el secretario de Gestión de Riesgos, Rodrigo Zamorano.

Este acompañamiento -añadió- también se realiza en el puesto polivalente de La 14 de Calima y es una estrategia que ha dado muy buenos resultados, lo cual contribuye a que la ciudadanía acuda a vacunarse de manera rápida y segura.

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