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A Samuel Henao se le acelera el corazón y sus ojos brillan cuando piensa en mayo, el mes en el que podrá tocar la campana como símbolo de que terminó su tratamiento de cáncer contra el rabdomiosarcoma alveolar, un tumor maligno que se ubicó en el antebrazo izquierdo. Este joven de 16 años, oriundo de Tuluá, está ganando la batalla más grande de su vida, un cáncer que hizo quebrar emocionalmente a su familia, pero que hoy con esperanza vive la recta final del proceso.

En el Día Internacional de lucha contra el Cáncer Infantil, que se conmemora este 15 de febrero, Samuel levanta su voz para animar a otros niños y jóvenes que como él están transitando por esta enfermedad y les dice: ¡No se rindan! es un proceso difícil, muy difícil al inicio, que te va a poner de rodillas, y te va a decir que no puedes más, pero al final del túnel siempre hay una luz que te deja ver que si sigues con el proceso vas a poder salir adelante. Ya he pasado más de un año, ya me libré de las masas, del cáncer y he podido retomar mi diario vivir.

Cada martes este tulueño recibe quimioterapia en el Hospital Universitario del Valle. “Aquí ha sido excelente todo, me parecen unas personas fantásticas, son como una familia más para mí”, asevera Samuel, quien sueña con ser ingeniero de sistemas, y agradece el apoyo de su familia y el acompañamiento de los médicos, psicólogos y enfermeros, no solo con atención en salud, sino con palabras de aliento.

Valery Cruz es otra joven que sueña en alto, quiere ser azafata y está luchando por hacerlo realidad. A sus 16 años también asiste a quimioterapia en el HUV y se siente agradecida por recibir una atención integral. “Me han tratado muy bien, el doctor (Luis Hernán) Romero, la psicóloga que ha estado conmigo en todo el proceso ha sido muy buena gente, a ellos tengo que agradecerles mucho”, dice la joven a quien le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda en el 2022.

Luis Hernán Romero Gamarra, médico hemato oncólogo pediatra del HUV, afirma que “desafortunadamente seguimos teniendo muchos niños afectados por cáncer, en la ciudad son más o menos 100 casos que se vienen diagnosticando al año, el HUV aporta un 30% de todos esos casos, casi la mitad de esos pacientes son de Cali y el resto del departamento del Valle”.

Recomienda a los padres de familia y acudientes estar atentos a los signos de alarma. “Es muy importantes identificar la pérdida de peso, el dolor en los huesos, el hecho de que un niño deje de jugar o que esté cansado, la presencia de masas en cualquier parte del cuerpo, la presencia de moretones o de punticos rojo en la piel, el dolor de cabeza que no mejora, son datos que deben obligar a los padres a consultar prontamente los servicios de atención médica”, asegura Romero, al tiempo que resalta que el diagnóstico precoz impacta notoriamente el pronóstico y el desenlace final de estos pacientes.

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